El libertarismo es una filosofía política que promueve una sociedad que garantice la libertad del individuo,​ los derechos de propiedad privada y la asignación de los recursos a través de la economía de mercado. El libertarismo considera la propiedad y los mercados libres como las bases más sólidas para garantizar la libertad individual.
V de voluntario, un símbolo libertario de los acuerdos voluntarios.
V de voluntario, un símbolo libertario de los acuerdos voluntarios.

Los libertarios son escépticos a la idea de que la sociedad obtiene más beneficios que perjuicios del Estado, al que identifican con la burocracia y el poder político y frecuentemente proponen el gobierno limitado —un gobierno que permita todo acuerdo voluntario y que emplee la fuerza sólo para la protección de las libertades individuales.

Si bien los libertarios comparten ideas afines —como la defensa del derecho de propiedad, la libre asociación, la desregulación del comercio interno y externo, la eliminación o la reducción de impuestos y regulaciones, la privatización de gran parte de los servicios estatales, el desmantelamiento del Estado benefactor,​ el rechazo a la intervención del Estado en los acuerdos privados, y la oposición a la guerra ofensiva, el militarismo y el nacionalismo— tienen diferencias de pensamiento sobre el alcance de sus propuestas.​ Uno de los debates más conocidos, aunque no el único, trata sobre el grado de antiestatismo a aplicar.

Origen del libertarismo

La palabra libertario debe su nombre al historiador William Belsham (1752–1827), quien en 1789 acuñó el término por primera vez.

El término libertarismo viene de la palabra «libertario», que en este caso es la traducción al español del inglés «libertarian» significando «partidario de la libertad», la misma que en el contexto del mundo angloparlante tiene al menos dos usos comunes antiguos, previos y con alguna afinidad filosófica referente a la libertad individual; uno filosófico-metafísico y otro filosófico-político.​ El primero y más antiguo como defensa al libre albedrío frente al determinismo filosófico y otro significando algún tipo de individualismo o liberalismo.​ El significado preciso dependerá de su contexto.

Principios del libertarismo

El libertarismo es una filosofía política que basa sus ideas en una serie de principios.

Los principales principios en los que se basa el libertarismo son los siguientes:

  • Principio de no agresión.
  • Principio de autopropiedad.
  • Limitación del Estado.
  • Principio de autonomía.
  • Principio de igualdad.
  • Extinción de impuestos.
  • Libremercado y cooperación internacional.
Autores libertarios más destacados
Ayn Rand.
Ayn Rand.

Entre los autores libertarios más destacados cabría resaltar los siguientes:

  • Ludwig von Mises.
  • Ayn Rand.
  • Thomas Sowell.
  • Friedrich Hayek.
  • Milton Friedman.
  • Murray Rothbard.
  • Hans-Hermann Hoppe.
Críticas al libertarismo

El libertarismo ha sido una corriente duramente criticada por la izquierda, así como por la propia derecha. La izquierda basa sus ataques en la defensa que hace el libertarismo por ser «proempresa» y «antiobrero» desde este punto de vista, por su deseo de derogar los subsidios del Estado a las personas pobres​ y por, desde su punto de vista ideológico, ser incapaz de abordar los problemas ambientales, y por lo tanto contribuyendo al fracaso en frenar el cambio climático global.​ Noam Chomsky ha acusado repetidamente de que las ideologías libertarias son «fascismo corporativo» por la forma en que eliminan todos los controles públicos de la economía, dejándola según Chomsky únicamente en manos de empresas privadas. Chomsky también ha argumentado que las formas más radicales de libertarismo, como el anarcocapitalismo, son totalmente teóricas y nunca podrían funcionar en la realidad debido a la dependencia de las empresas en la infraestructura y los subsidios del Estado. El comentarista socialdemócrata Matt Bruenig ha criticado el principio de no agresión puesto que definiría la agresión en términos libertarios, y esto sería un razonamiento circular para la ofuscación retórica de la naturaleza coercitiva de la aplicación de la ley de propiedad libertaria.

Desde la derecha política, el filósofo conservador tradicionalista Russell Kirk criticó el libertarismo, citando la expresión de T. S. Eliot «sectarios ruidosos» para describirlos. Kirk había cuestionado la estrategia del fusionismo entre libertarios y conservadores tradicionales que definió gran parte del conservadurismo de posguerra en los Estados Unidos.​ También declaraba que, aunque los conservadores y los libertarios comparten el rechazo al Estado totalitario, no tienen nada más en común. Llamó al movimiento libertario «una camarilla ideológica que se divide para siempre en sectas aún más pequeñas y extrañas, pero que rara vez se conjugan». Creyendo que existe una línea de división entre los creyentes en «algún tipo de orden moral trascendente» y «los utilitaristas que no admiten sanciones trascendentes para la conducta»; incluyó a los libertarios en la última categoría.​ Frank Meyer, teórico del «fusionismo», identificó a Kirk como un estatista e irracionalista filosófico.

John Rawls, desde el socioliberalismo, en Justicia como equidad, argumentó que el contrato social implícito justifica las acciones gubernamentales que violan los derechos de algunos individuos. Esta concepción de los derechos está relacionada al colectivismo filosófico y opuesto al individualismo,​ y forma parte del debate académico entre Rawls y Robert Nozick, este último argumentó en contra de Rawls que las violaciones del gobierno a los derechos individuales son formas de esclavitud, tomando un argumento de Murray Rothbard.​ El enfoque de Rawls identificó a su propia teoría y al libertarismo siendo ambos parte del liberalismo entendido en un sentido amplio, mientras el pensamiento libertario pondría énfasis principalmente en la defensa del libre mercado y de la propiedad privada, el pensamiento rawlsiano (llamado por algunos de sus seguidores «liberalismo igualitario») sería en contraste un liberalismo que avala la posibilidad de redistribuciones de bienes y recursos y de interferencias en las transacciones privadas, si ello es necesario para promover su interpretación de la igualdad de oportunidades entre los individuos. El punto de vista sobre la existencia de un contrato social implícito de los gobiernos con los ciudadanos como crítica al libertarismo ha sido contestado por varios filósofos libertarios.

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Bibliografía

– https://economipedia.com/definiciones/libertarismo.html

– https://es.wikipedia.org/wiki/Libertarismo

Fotos fuentes externa

Foto principal: La bandera de Gadsden, originalmente utilizada por los patriotas estadounidenses en la guerra de independencia, actualmente es utilizada por libertarios en todo el mundo. La serpiente con el lema Don’t Tread on Me («No pases sobre mí» en español) hace alusión a que el gobierno no debería pasar por encima de los ciudadanos con impuestos y regulaciones excesivas.

 

 

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