ESCUCHAR EL AUDIO DE LA NOTA…
Según la encuesta de percepción de riesgos globales de 2024, publicada por el Foro Económico Mundial, la desinformación y la mala información representan uno de los principales riesgos a nivel global. Y el más grave de todos para los dos próximos años.
En este sentido, la organización independiente internacional advierte sobre un asunto preocupante: la creciente influencia de la información falsa en la opinión pública y su capacidad para socavar la confianza en los hechos y las autoridades.
Según el Diccionario de la Real Academia Española define la desinformación como:
- Acción y efecto de desinformar.
- Falta de información, ignorancia.
La desinformación en termino general se refiere a la difusión deliberada de información falsa con el propósito de manipular, influir en la opinión pública o lograr ventajas estratégicas.
Esta práctica adopta distintas formas: desde noticias falsas o las llamadas fake news, teorías de la conspiración, manipulación de imágenes, descontextualización de hechos, entre otras.
La desinformación puede ser irradiada por Estados o agentes no estatales. Afecta a un amplio abanico de derechos humanos, socavando las respuestas a las políticas públicas o amplificando las tensiones en tiempos de emergencia o conflicto armado.
La desinformación se propaga de diversas formas; de manera especial, a través de las plataformas digitales y las redes sociales.
Bots automatizados, perfiles falsos y algoritmos diseñados para amplificar contenido falso contribuyen a la rápida difusión de información con fines maliciosos.
Amplifican su impacto la falta de verificación y la viralidad en línea.
La propagación de información falsa puede tener consecuencias sociales, políticas y económicas devastadoras.
Entre ellas:
Influir en decisiones electorales.
Provocar pánico en situaciones de crisis.
Dañar la confianza pública.
Dividir comunidades.
Socavar la democracia.
Además, la manipulación de la información es capaz de contribuir a la polarización y radicalización de la sociedad.
La desinformación representa una gran amenaza para la seguridad. Ello es así porque es utilizada como una herramienta estratégica para desestabilizar naciones, debilitar instituciones y fomentar la discordia entre países.
Prevenir la desinformación
Veamos algunos consejos para evitar ser víctimas de la desinformación y no contribuir a propagarla:
- Consultar varias fuentes. Al conocer una información se deben consultar fuentes de confianza para tener una idea más completa y precisa. La verificación de hechos es un asunto crucial.
- Desarrollar pensamiento crítico. Lo anterior también será de gran ayuda para analizar una información de manera más objetiva y determinar si lo publicado es verdadero o falso.
- Usar el sentido común. Además, consultar varias fuentes es primordial antes de compartir una información. Si no fuese auténtica, se desinformaría a otras personas.
- Comprobar la fecha de publicación. Hay que asegurarse de que la información recibida es relevante en el momento en que se está consultando.
- Identificar patrones comunes. Los titulares sensacionalistas o inverosímiles suelen utilizarse para desinformar.
- Comprender el contexto. Contextualizar la información es clave para evitar malentendidos y tergiversaciones.
- No dejarse arrastrar por la emoción. A menudo, quienes pretenden desinformar buscan generar respuestas emocionales. Por ello, hay que mantener la calma y, como se ha comentado anteriormente, analizar la información recibida de manera objetiva.
- Reportar la desinformación. Si se identifica información que no es veraz, es aconsejable ponerlo en conocimiento de la plataforma o medio que la haya difundido para contribuir a frenar su difusión.
- Fomentar el diálogo constructivo. En Internet tienen que promoverse discusiones basadas en hechos y evidencias.
En un mundo impregnado de información, la desinformación representa un desafío significativo y un riesgo general, de allí que se debe adoptar prácticas informadas y responsables es determinante para construir una sociedad más blindada ante la manipulación.
Foto fuente externa