La detección precoz y trabajar en la mejora de la asistencia a las víctimas de malos tratos son los objetivos de los profesionales de Atención Primaria en su lucha contra la violencia machista. Conseguir, en definitiva, que el centro de salud sea un punto violeta, un lugar seguro para ellas y sus hijos.

En la víspera del 25NDía Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, EFEsalud habla con la coordinadora del grupo de trabajo de atención a la mujer de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen)María R.Blasco, sobre el papel crucial que juegan estos profesionales en la batalla contra la violencia machista.

El síndrome de la mujer maltratada

La violencia de género tiene múltiples y devastadoras consecuencias para la salud de la mujer. De hecho, explica, Blasco, hay un síndrome concreto, que es el de la mujer maltratada y los profesionales sanitarios deben saber reconocerlo en la consulta.

Se trata de un síndrome, explica, descrito por la psicóloga y activista Leonor Walker en 1979.

“Presentan múltiples síntomas físicos, como por ejemplo cefalea, dolores abdominales, malas digestiones, dolores musculares o dolores articulares múltiples. Vienen a la consulta múltiples veces por síntomas distintos y también, por supuesto, síntomas psíquicos”, señala sobre las víctimas de violencia machista la especialista de Atención Primaria.

Son mujeres que tienen, además, una autoestima muy baja. Con síntomas de ansiedad o de depresión, incluso con intentos de suicidio en los casos más graves de maltrato.

“Todo esto nos debe hacer sospechar a los médicos y a los profesionales de la Atención Primaria que, debajo de todos esos síntomas hay violencia machista”, insiste la miembro de Semergen.

Pero también la salud de los hijos de las víctimas se ve golpeada. Presentan síntomas físicos variados, con cuadros ansioso-depresivos, incluso estrés postraumático si han sido testigos de la violencia que ha sufrido la madre.

El papel del profesional sanitario es clave

La importancia del papel del personal sanitario en la prevención y detección de la violencia machista “es máxima”. Y lo es porque la mujer acude al centro de salud para ver a su médico de Atención Primaria como consecuencia del maltrato, sin reconocer muchas veces que es víctima.

La primera puerta de entrada y el primer médico con el que contacta de forma habitual es el de cabecera. El profesional tiene que estar formado y ser capaz de reconocer la situación, incluso antes de que lleguen las agresiones”, sostiene Blasco.

La detección precoz

De hecho, según la experta, desde esta especialidad médica se está haciendo hincapié en la detección precoz.

Fue en 2021 cuando el Gobierno aprobó el catálogo de medidas urgentes del Plan de Mejora y Modernización contra la Violencia de Género. Un documento que tiene 15 medidas urgentes.

Para reforzar la detección precoz, el documento centra su objetivo en consolidar los servicios públicos de proximidad como “puertas de entrada fundamentales” para conseguirlo. Y pone especial atención en los centros de salud, a los servicios sociales, a los servicios especializados y al ámbito educativo.

Así, hay dos medidas relacionadas directamente con los servicios sanitarios.

Una de ellas versa sobre la elaboración de “un instrumento validado estandarizado para facilitar la detección de la violencia de género en los servicios de Atención Primaria” del Sistema Nacional de Salud. La implantación será progresiva en todo el territorio.

Tres preguntas

Consiste en un cuestionario elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y adaptado a los diez minutos de consulta que aproximadamente tienen los profesionales con cada paciente. Está dirigido a todas las mujeres mayores de 14 años, que acudan solas a consulta.

En Andalucía, por ejemplo, que es donde Blasco ejerce como médico de Primaria, se está haciendo un pilotaje en tres distritos distintos. “Es un cribado para la detección precoz”, resume la experta.

“Nosotros le decimos que si acepta contestar a las preguntas, que están dirigidas a ver la tensión en la relación de pareja”, afirma.

La primera pregunta es general: “¿Cómo describiría usted la relación que tiene con su pareja, hay poca, alguna o mucha tensión?”. La segunda sería: “Usted y su pareja cuando tienen problemas ¿resuelven sus dificultades con mucha dificultad, alguna dificultad o sin dificultad?”, explica Blasco.

Las respuestas conllevan una puntuación determinada que sí se alcanza se hace una tercera pregunta más directa sobre si ha sufrido maltrato emocional, físico o sexual por parte de la pareja o de alguna persona importante para ella en los últimos doce meses.

Necesidad de formación

La otra de las medidas aprobadas por el Ejecutivo relacionadas con la sanidad está destinada a la formación específica del personal sanitario.

Para la detección precoz pero también para el manejo de indicadores de sospecha, valoración del riesgo y desarrollo de destrezas para la entrevista de los equipos profesionales involucrados en la atención integral y recuperación de las víctimas de violencia de género de Atención Primaria y hospitalaria.

A este respecto, Blasco recalca que “estamos viviendo una realidad social y sanitaria en la que es necesario que el personal médico y, en general, sanitario, esté formado”.

“Con este plan vamos a detectar en Primaria muchos más casos de violencia machista que ni siquiera sospechábamos y tenemos que estar preparados para hacerle frente a esas situaciones y esos casos nuevos que nos van a venir”, apunta.

Hay que tener en cuenta que, según Blasco, el 95 % de las denuncias por agresiones físicas que se han hecho desde el ámbito sanitario por violencia machista proceden de víctimas atendidas en las urgencias hospitalarias, mientras que el 5 % han sido por la Primaria.

Además, en la universidad, durante la carrera, no hay una formación específica en este tema. Es durante la etapa de residencia de la especialidad cuando empiezan a tenerla.

Cuando el profesional detecta el caso, tiene que informar a la Fiscalía para que haga un seguimiento pero, también, y por eso es crucial la formación, debe informar a la mujer de los recursos que tiene a su alcance, y derivarla a los servicios de atención a las víctimas, que la acompañarán en todo el proceso.

Mensaje para el 25N

De cara el 25N, los médicos de Primaria quieren trasladar un mensaje a las víctimas para decirles que no están solas, que están acompañadas y que no tengan miedo de acudir al centro de salud.

“Nuestro objetivo es que cada centro de salud sea un punto violeta, que la mujer víctima de violencia de género tenga la total confianza de que yendo allí, será atendida y estará acompañada en el proceso, ella y sus hijos”, afirma Blasco.

La médica de Primaria hace hincapié en que la violencia machista es “un problema nacional”.

Aún queda mucho por hacer “y mucho camino por andar” y los médicos, asegura Blasco, hacen todo lo que pueden y son conscientes de que lo que queda por delante y de lo que se puede mejorar: “Siempre tenemos que trabajar en la mejora de la asistencia de las víctimas”, concluye.

52 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año en España por sus parejas o exparejas

El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.

En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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