En la primavera de 1945, la derrota de las potencias del eje ya era evidente. Benito Mussolini, Il Duce, no sabía adónde, pero tenía claro que tenía que escapar.

Planes desesperados se arremolinaban en su cabeza, como fortificar Milán con fascistas leales y convertir la ciudad en un baluarte. También había una opción más cobarde y aparentemente segura: escapar a la Suiza neutral, unos kilómetros al norte. Partió hacia la frontera del pueblo de Como sin un destino específico. Se disfrazó como un soldado en un convoy alemán que se trasladaba hacia Suiza mientras los soldados de Hitler perdían batallas en el frente. Era el 25 de abril de 1945 ya el dictador fascista vivía sus últimos momentos.

Su esposa Rachele y sus cinco hijos quedaron en el pueblo de Como. Mussolini prosiguió su marcha llevándose consigo a su amante Clara Petacci y a su hermano Marcello, haciéndose pasar por el cónsul español y su esposa.

Benito Mussolini dando un discurso montado a caballo.
Benito Mussolini dando un discurso montado a caballo.
La visión de Mussolini

La idea de Mussolini en su momento de esplendor era hacer realidad el concepto de la Gran Italia basado en la absoluta hegemonía en el mar Mediterráneo. Su política exterior e interior tenía el objetivo de dotar al Estado fascista de un gran poder —auto identificándose como el sucesor legítimo del Imperio Romano—, teniendo a la península itálica y los territorios de ultramar como Albania y Libia como territorio de su imperio. Promovió el desarrollo armamentístico de Italia y, tras la invasión de Etiopía por sus ejércitos el 2 de octubre de 1935 y la firma del Pacto de Acero junto con Alemania en 1939, al año siguiente se dio inicio a la participación italiana en la Segunda Guerra Mundial.

La captura del dictador

La columna también incluía a otros líderes fascistas como Alessandro Pavolini y Nicola Bombacci. En el camino, sin embargo, fueron detenidos por un grupo de partisanos comunistas de la brigada de Garibaldi dirigida por Urbano Lazzaro. Comenzó un intercambio de disparos y pronto los alemanes se vieron abrumados. Los partisanos conocían el terreno y recibieron refuerzos. Negociaron una capitulación a cambio de la entrega de los miembros italianos del convoy. Hacia las siete de la tarde del 27 de abril, cuando los partisanos revisaban la documentación de los pasajeros, uno de ellos reconoció a Mussolini y lo informó a Lazzaro.

De Izquierda a Derecha, se puede observar los cuerpos sin vida del político excomunista Nicola Bombacci, del Duce Benito Mussolini, de su fiel amante Clara Petacci, del ministro Alessandro Pavolini y del reconocido político fascista Achille Starace, siendo exhibidos en la Plaza Loreto en la ciudad de Milán el año 1945.
De Izquierda a Derecha, se puede observar los cuerpos sin vida del político excomunista Nicola Bombacci, del Duce Benito Mussolini, de su fiel amante Clara Petacci, del ministro Alessandro Pavolini y del reconocido político fascista Achille Starace, siendo exhibidos en la Plaza Loreto en la ciudad de Milán el año 1945.

La noticia del arresto de Mussolini llegó a Milán y Sandro Pertini, futuro presidente de la república y entonces jefe del Comité de Liberación Nacional (CLN), lo anunció por radio. Sus órdenes a sus captores fueron claras: debían fusilarlo “como un perro rabioso”. En la mañana del 28 de abril, Mussolini y Clara Petacci fueron llevados a una casa en Dongo para ser ejecutados. El miembro del partido Walter Audisio los llevó al pueblo de Giulino di Mezzegra, donde fueron fusilados a las cuatro de la tarde.

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